La tecnología consiste en el desarrollo de pilas orgánicas basadas en residuos de caña panelera, cáscara de plátano y semilla de aguacate. Su proceso implica el tratamiento del material orgánico, la formación de un compuesto electrolítico, basado en nanopartículas de plata de tamaños variables y grafito, y la fabricación de las pilas orgánicas en rehusados de baterías que ya han terminado su tiempo de vida útil.